Regularizar las pólizas de seguros no es solo una formalidad; es la diferencia entre contar con coberturas que respondan a la realidad de los riesgos y enfrentarse a sorpresas (nada agradables) en caso de siniestro.
¿Qué es una regularización?
La regularización implica ajustar, de forma retroactiva, los valores asegurados de una póliza para reflejar con precisión el riesgo que realmente enfrenta la empresa.
¿Cuándo y cómo se realiza la regularización de una póliza?
El proceso de regularización puede ser mensual, trimestral o anual, pero, sin duda, el enfoque más común es la revisión anual una vez se renueva la póliza. Básicamente, se calcula comparando el valor real contra lo que originalmente se estableció en la póliza. Y, claro, el concepto de lo que regularizarás dependerá del tipo de seguro de que se trate.
¿Qué seguros se regularizan y qué concepto se regulariza en cada uno de ellos?
Solo algunos tipos específicos de seguros empresariales necesitan regularización. Vamos a verlos:
Seguro de Responsabilidad Civil de empresas
La prima de un seguro de responsabilidad civil empresarial se basa en la facturación declarada. Al finalizar el periodo asegurado, se compara la facturación real con la declarada en la póliza. ¿Hay una diferencia? Debe declararse a la compañía aseguradora y pagar por ella.
Seguro de todo riesgo daños materiales o multirriesgo de empresas:
Cuando el contrato de seguro tiene existencias flotantes, debe regularizarse declarando las existencias reales que ha tenido la empresa mensualmente en el periodo asegurado que acaba de vencer. Si tu póliza tiene cláusula de cobertura automática, no olvides ajustar también los capitales del continente y el contenido.
Seguro de vida o accidentes colectivo
Aquí suele abonarse una prima para una cantidad estimada de empleados. Al cierre del periodo asegurado, se ajusta con la cifra exacta de empleados mes a mes. Sin sorpresas, todo en regla.
Seguro de transporte
En el caso de un seguro de transporte, el volumen de mercancías transportadas o la facturación se ajusta al periodo vencido, de acuerdo con los detalles de la póliza.
Seguros de construcción temporales
Cuando hablamos de pólizas como Responsabilidad Civil de Construcción o Todo Riesgo de Construcción, se parte del presupuesto inicial del proyecto y, al finalizar, se declara el coste total real de la obra. De esta forma, se paga solo por lo que realmente se construyó y el riesgo que se asumió.
Si los valores tras la regularización son superiores a los inicialmente asegurados, la compañía aseguradora emitirá un recibo de regularización para cobrar la diferencia de la cuantía de la prima que ha quedado pendiente de cobro.
¿Por qué es importante llevar a cabo las regularizaciones?
Las regularizaciones no son opcionales. Son una obligación del tomador de la póliza, y evitar este trámite con “mala fe” podría dejar a la aseguradora en posición de denegar cobertura en caso de siniestro. Tener valores actualizados es fundamental para prevenir infraseguros y evitar sorpresas desagradables cuando más se necesita protección.
¿Qué es la cláusula de cobertura automática?
La cláusula de cobertura automática, común en seguros de daños materiales, permite que la aseguradora cubra de forma automática aumentos en la suma asegurada, en un porcentaje determinado que normalmente oscila entre el 10% y el 20%. Eso sí, siempre que estos incrementos estén dentro de las situaciones de riesgo previamente declaradas en la póliza.
¿Tienes dudas sobre la regularización de tus pólizas de seguro?
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